El ejercicio interpretativo constituye la trayectoria de los textos presentados en este libro. Entre la hermenéutica, la historia y la teoría, esta collagistica diseminación de narraciones constituye una relectura a los “clichés” instalados de la industria cultural de las articulaciones posibles entre crítica y arquitectura.
Hablar, escribir e interpretar los sentidos de la obra de arquitectura, se ha constituido como practica de la construcción de cierto tipos de relatos, en el que claramente la sustancia material de la obra es considerada como marca, huella y trazo de un comportamiento espacial que amerita ser objeto de interrogación critica.
Mas allá de los aspectos descriptivos con los que podemos inducir a un cambio de mirada sobre aquello que es evidente del objeto en si mismo, estos textos suponen lecturas en las que se interfieren una cultura disciplinar especifica y otros campos constituyentes que atraviesan su cuerpo, generando un conjunto de traducciones donde la textualidad constituye su soberanía.
Transversalmente, sin embargo, el discurso supone un esfuerzo por sustraer conocimiento de aquello que ha de ser intensamente vivido y mediatizado por el paso del tiempo, la marca material de la arquitectura, matriz de la experiencia del habitar.
La arquitectura en tanto proyecto y acto, supone niveles multidimensionales de su presencia en lo real, de tal forma que su lectura como variante de genero escritural se identifique mediante una especialización en el texto de “algo” que ya se ha deslocalizado y cuyo objeto ya ha sido interferido por la interpretación.
La construcción de cada uno de estos escritos, por lo tanto, suponen momentos diferenciados, pertenencias a colectivos, líneas de fuga y saltos al vacío desde donde revisar la determinada constitución formal de cada uno de los casos expuestos.
Se trataría de poner en evidencia aquello que no ha de poder ser habitado por el lector y que solo frecuentará como narrativos constructores, relatos y tropos que median intencionadamente con cada objeto de estudio.
En estas cisuras, hiatos o intersticios he trabajado estos escritos intentando decodificar, argumentos, categorías y estrategias friccionando con obras de arquitectura construidas o con eventos culturales periféricos a la institución, constituyendo un territorio como campo de relocalización del pensamiento critico
El marco cultural cambiante desde el año 1985 hasta el presente denota, preferencias, voluntades y objetos de afecto, los que devienen motivos de lectura mediante una suerte de maquina interpretante que ha cambiado constantemente sus códigos, los modos de leer y las tácticas valorativas.
Critica,l opinión y comentarios constituyen un programa con el que se ha operado inestabilizando el sentido meramente instrumental en que tales construcciones suelen devenir cuando su finalidad se circunscribe simplificadamente a una lectura operativa.
Jorge Mele, julio 2011